Título: Los libros de Pellinor I. El Don
Autora: Alison Croggon
Género: Fantasía
Editorial: Ámbar
Páginas: 623
Precio: 19€
Sinopsis:
Maerad es una esclava que vive en un poblado miserable al que la llevaron siendo una niña pequeña tras la muerte de sus padres por culpa de la guerra. Ella desconoce todavía que ha heredado un poderosísimo don y que desciende de la famosa familia de los bardos de la Noble Escuela de Pellinor, gracias a lo cual es capaz de ver el mundo de una forma completamente distinta a la habitual. Sólo será consciente de su identidad y del extraordinario destino que le espera cuando Cadvan, uno de los grandes Bardos de Lirigon, dé con Maerad para iniciarla en el largo camino que se abre ante ella.Maerad y su misterioso maestro emprenderán un viaje lleno de peligros e incertidumbres atravesando tierras desconocidas donde las fuerzas de la oscuridad ejercen su poder e imponen un terror sobrenatural.
En esta primera entrega de la saga de «Los libros de Pellinor», Alison Croggon abre el camino de un viaje narrativo lleno de prodigios y hace de Maread y de su increíble don la protagonista de un relato épico tan hermoso como inolvidable.
Opinión Sin Spoilers:
Empezamos por el principio, ¿qué me llamó la atención del libro? Lo que a todos supongo, la portada. Esa joven hermosa, con parte de la cara pintada, apuntándonos con un arco más grande que ella, con la luna llena a su espalda mientras está en un lugar completamente helado, y solamente acompañada por lo que parece ser un lobo y un buho… Las cosas como son, la portada es preciosa, pero tras leerme el libro debo preguntar un par de cosas… Primero, ¿ese arco a qué viene? No es por nada, pero la chica, Maerad (así se llama), no utiliza el arco. Segundo, ¿por qué están ahí esos dos animales? A lo largo de la obra no aparecen o al menos no tienen gran relevancia (según he leído por internet, la autora dijo que el lobo aparecería en la segunda entrega). Y tercero, ¿por qué ilustra a Maerad en tierras congeladas cuando aún no ha llegado a las tierras del Norte? Misterios de la vida de ayer y de hoy, espero que esas dudas me las despejen en los siguientes libros.
Pero por ahora, vamos a centrarnos en el primer libro. Si ahora digo que este libro pertenece al género fantástico (lo cual es cierto), puede que demasiada gente se piense que estamos ante un libro de «fantasía juvenil», pero de eso nada. La novela es del género fantástico, sin más, nada de juvenil de por medio, por lo que nos adentraremos en un mundo lleno de fantasía, magia y aventuras sin adolescentes hormonados que empañen el espléndido mundo creado.
Muchísima gente, lectores y críticos, han dicho que esta escritora a creado un mundo del tipo «Tokien». Supongo que os estareis preguntando la causa, y ésta ya está expuesta arriba, se debe al mundo creado. El mundo creado por Alison Croggon no es el típico que nos encontramos en cualquier novela fantástica que podamos leer, la autora no se limita a ir contándonos diferentes sucesos, decirnos que esa planta y/o animal es fantástico y a salpicar la historia con algún que otro detalle curioso de ese mundo. Lo bueno que tiene esta saga y por lo que han dicho eso mismo de ella, es que la creación de Alison es palpable, se «hace» real y es riquísima en datos de todo tipo. Al final del libro tenemos unos bonitos apéndices donde podemos leer la historia de los reinos, sus etapas, sus edades, sus gentes, su cultura, sus costumbres, su lengua (cómo se habla), cómo se pronuncian los nombres, etc. Es todo tan detallado (sin llegar a cansar), que es como si pudieses palparlo, lo hace más real, y por lo tanto, mucho más atrayente a la hora de leer la novela.
El libro comienza con la dura vida diaria de una esclava llamada Maerad, que de un día para otro, pasa a ser libre, y encima con un destino a cuesta que jamás hubiese soñado, ya que, entre otras cosas, no es quien ella creía ser.
Todo esto le ocurre al conocer a un Bardo llamado Cadvan. Se conocen por pura casualidad y él le propone a la chica que se vaya con él, que huya de su señor y sea libre. Maerad accede creyendo que solo encontrará libertad, algo que siempre deseó, pero en realidad comenzará un camino muy largo y árduo no solo por los peligros que acechan a su salvador y compañero, sino porque también deberá encontrarse, urgar entre sus pobres y breves recuerdos de su infancia y saber de verdad quién es y qué le deparará el futuro. Una lucha contra otros, contra su pasado, su «amnesia» y contra ella misma.
Esto ocurre en el primer capítulo, el cual engancha desde el principio, pero debo reconocer que ya en el segundo, la lectura se hace pesada porque Cadvan, el Bardo, le contará a Maerad quiénes son los Bardos (gentes con dones), la historia de éstos (sus alianzas, sus batallas, las guerras, las distintas eras dependiendo de si ganaba el bien o el mal, etc), y claro, si te suelta eso nada más empezar el libro, lo normal es que la lectura se haga lenta y pesada. ¡Pero no hay problema! Tras las primeras 60 y pico páginas, empieza lo bueno.
Tras ese inicio, los protagonistas irán encontrándose con amigos y enemigos, deberán huir precipitadamente, luchar hasta la extenuación, viajar por lugares oscuros y peligrosos para no encontrarse con el enemigo, intentar adelantarse al bando contrario, esquivar a los enemigos puntuales que les van saliendo en el paso (por cruzar tal territorio prohibido y cosas así), y cómo no, intentar formar el rompecabezas de qué está pasando, de por qué les persiguen, por qué intentan matarlos, y si fue una casualidad que Cadvan encontrase a Maerad, alguien que posee un Don muy marcado y poderoso.
Una cosa que me gustaría decir a modo de inciso, es que el enemigo de ambos (y de toda la Luz), es uno en concreto, el «Sin Nombre». Aunque este personaje no para de ser nombrado durante todo el libro, no aparece, ya que como buen malote de saga larga (4 libros), tiene una cantidad ingente de seguidores fieles que se tirarán de cabeza a la misión más suicida imaginable a la mínima orden de su jefe. Por ahora no le ha hecho falta asomar la nariz.
Siguiendo con la evolución de la novela, más o menos a la mitad del libro (tras la salido de Cadvan y Maerad de Innail), éste sufre otro bajón porque los protagonistas solo viajan, viajan y siguen viajando, por lo que la autora no hace otra cosa que escribir unas descripciones interminables de los parajes y el hastío de la protagonista por tanto viajecito. Páginas y páginas de descripciones que cansan muchísimo. Por lo visto, los protagonistas se quedan mudos de cansancio en esta parte del libro, porque por no decir nada, ni siquiera suspiran. Tras unas 60-70 páginas así, de ahí hasta el final la historia vuelve a «coger color» y otra vez la lectura es más que interesante… Más que nada por varias sorpresas que no se esperan y dar un nuevo giro sorprendente a la historia.
Y para terminar, diré una cosa del final (respirad, no hay spoilers). Cuando os pongais a leer esta saga, recordad que estais ante el primer libro, por lo que es introductorio… ¿Qué quiero decir? Que no hay una gran batalla apoteósica al final, obviamente eso se lo guarda para más adelante. Lo digo porque he leído alguna que otra crítica sobre ese final, pero lo grande, las grandes batallas, las grandes pérdidas y todo eso siempre se guarda para cuando las bases ya están asentadas, y aunque el libro es gordo, no hay que olvidar que es el primero de una saga.
En fin, que me ha gustado mucho, me ha sorprendido, es un libro de fantasía puro aunque no voy a negar que me hubiese gustado algo de romanticismo… El cual llegará en las siguientes entregas, según tengo entendido. Ahora solo falta encontrar un hueco para poder leerme el siguiente libro que ya me está esperando en la estantería.
¡Diviértete! 